Estraño lo nunca provado y echo de menos aquello que abundava en mí. La sensación de perderme vuelve y no la puedo parar. Me importa una mierda la comida, pero vuelve el sentirse débil y frágil. Valniums con marihuana. Alcohol con galletas. Quiero volver al no pensar, al ser inocente. No puedo decidir y menos saber hacia dónde voy. Cada paso adelante será un retroceso y no puedo evitar pensar que todo aquello bueno lo acabaré, com siempre, perdiendo.
Estoy condenada al no-vivir. Estoy condenada al recaer y recaer.
*escribiéndo con una dosis importante de alcohol, después de una tarde de llorera y una noche de estrellas damms, balcones y pizzas. Aunque ahora solo puedo pensar en vomitarlo todo.
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