jueves, 31 de marzo de 2011

37.1


Me despido. Debo haber llegado demasiado lejos.

Hoy me iban a ingresar. Y doy gracias a mi padre por haberlo impedido (con la amenaza clara de que tengo que cambiar un poco de actitud...). La verdad es que me siento medio muerta. Y tengo ganas de vivir.

Ha sido un placer, pero este sol y este buen tiempo me están exigiendo que no me deje caer, me están recordando que valgo, y me gritan que el futuro no es siempre negro.


Besos y suerte a todas.

domingo, 27 de marzo de 2011

CANSAMIENTO Y PUNTO.


Estoy cansada. Agotada. A veces me vienen minutos de iluminación y me pregunto si realmente no debería replantearme mi sitacuión, hacer un giro en mi vida. Un giro definitivo.

Pero nada es posible. El esfuerzo veritable está en el de intentar seguir una vida normal. Me es tan fácil continuar como hasta el momento...Me es tan fácil continuar empeorando.

Y de mientras oigo entre paredes como los otros hablan de lo que se tiene que hacer conmigo.

No se dónde está mi conciencia, pero si mi perseverancia.


---------
Mi vida esta última semana no ha sido muy buena. Todo continuaba bien, yo de subidón con las clases, con la pérdida de peso, el ir y venir de Barcelona...me sentía estupendamente. Hasta que el jueves, mi madre me cogió y me dió un ultimátum.
"- Se acabó. Uno: Ganas peso. Y lo ganas a partir de ahora. Dos: El miércoles vamos a tu doctora y te pesas delante mío, si has perdido, o estás baja como yo creo...."
Los puntos suspensivos de mi madre me dan miedo, porqué significa : VUELVES AL HOSPITAL.
Me dió mucho miedo y la verdad es que me he pasado el finde comiendo normal. Pero con una ansiedad y un malestar increíbles. No me pude controlar y continué tomando laxantes. Se enteró y aún me amenazó más. Intenté comer normal otra vez, pero no pude, y acabé vomitando en el lavabo de una sala de conciertos. No se si fue la comida, o la ansiedad que llevaba dentro pero no podía.
Hoy hemos celebrado el cumpleaños de mi madre y ha venido toda la família. Al acabar mi estómago no podía, me encontraba tan mal que no podía estar ni sentada, así que me he ido a dormir a la habitación. Pero antes de dormirme he sentido toda la conversación de mi família desesperada. Solo quiero que me dejen en paz. Por qué no pueden ver que ellos no pueden hacer nada? No sirve de nada que me vuelvan a ingresar...Si solo será peor...

Más tarde me he pesado en casa de mi tía y la verdad es que peso exactamente lo mismo que la última vez, 38,5. Tampoco lo entiendo.

Me siento como una gorda. Incapaz de tragar pero tragando para satisfacer, para "salvar el pellejo". La verdad, espero poder volver a publicar, sinó significará que me veréis dentro de unos meses con más de 10 kg...bf. No quiero ser trágica.

domingo, 13 de marzo de 2011

38,5 y no es perfecto.



38,5kg.
Cortes.
Ojeras.
Ansiedad.

Que formas más estúpidas de sentirse una viva. Que adicción a la destrucción. Que contradictoria búsqueda de la perfección.

domingo, 6 de marzo de 2011

Volver


Perdonad mi ausencia. Estoy ocupada. Estoy obsesiva. Estoy más que productiva.

Estoy centrada en los estudios, en llevarlo todo al día, en ser la número 1, en aprender. Creo que hacía tiempo que no estaba tan competitiva. Pero no es una competitividad de quiero ser la mejor y ya, esque realmente me interesa mucho todo lo que hago y me veo con la obligación de hacerlo lo mejor que pueda.
A parte me obsesiono en seguir bajando. No quiero comer, ni que me sienta débil, ni que me duela todo, tengo un miedo horrible a subir de peso. Mi cabeza va a mil por hora por intentar escaparme de cada una de las comidas. Quiero demostrarme a mi misma que puedo sin ella.

Pero ayer comí mucho. Bueno, de hecho llevaba todo el día sin comer, pero por la noche fui a una fiesta de Carnaval (adoro el Carnaval ^^) y comí una ensalada y una porción de tiramisú. Y bebí mucho,mucho,mucho. Me emborraché,salimos, bailamos y hay lagunas en mi mente. Pero al volver a casa (a las 7 y media) empezé a encontrarme resacosamente mal y al llegar comí muchas galletas y un colacao. Hoy llevo un día horrendo, me encuentro mal y veo que necesito la comida. He comido lo que me han puesto, he cenado, y otra vez he comido galletas. Fuagh, me odio.

Laxante a saco, Iboprufeno y mañana a volver a empezar la semana con buen pie. Me niego a subir de peso. Qué miedo, no quiero pesarme. No quiero ni mirarme.