lunes, 21 de noviembre de 2011

Divagaciones que quizás mañana no tendrán sentido.


La 32 me cae y aún así no me veo bien. Pero deseo sentirme bien. Intentaré romper los espejos. Taparlos. O no mirarme. Intentaré forzarme para no estar ausente, para escuchar lo que me digan, para vivir sin mirar al infinito, mirando al presente. 

Soy yo la que no quiere (o puede) tolerarse. Debería dejar de hacer caso a mi percepción. No es objetiva. 

Escucho Philip Glass. Como coliflor y espinacas. Leo a Joan Rivière. Bebo leche de avena. Cumpliré 20 años y no soy capaz de afrontar las cosas reales. Me contradigo. Huyo. Escapo. No entiendo que estoy creciendo y no puedo refugiarme en psiquiátricos o estados pseudo-infantiles.

4 comentarios:

  1. Leo tu entrada y siento que soy yo con la diferencia que cumplí 21 :s waw! Muy buena reflexión! Interesante, y todavía no logro comprender por que a mi? Fuerza hermosa! Sos muy joven y tenes toda una vida por delante, se feliz! Mucho animo :) te mando un beso grandeeee!

    ResponderEliminar
  2. Sos joven! la voluntad es lo que importa, y hacia donde la volcas...
    No conocia Philip Glass... me encanto...gracias! Abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Podés sentirte bien,el problema es que eso requiere de un gran esfuerzó,y un tiempo,que es el tuyo. Tú tiempo,el tiempo que vos necesites para hacer las cosas,para quedarte así como estas o para movilizarte y tratar de salir en lo que estés metida...

    (Me encantó Philip Glass,realmente me gustó mucho)

    ResponderEliminar